la torrija es un alimento que en
origen se solía utilizar para alimentar a parturientas debido a su aporte energético, este postre
que hoy en día se asocia más a la cuaresma consumiéndose tradicionalmente en Semana Santa es uno de los
más antiguos que se conocen, en época de los romanos ya se escribió sobre ellas.
En Cogeces del Monte son consumidas durante la celebración del Carnaval.A mediados del siglo pasado, y a pesar de que fué alimento de los llamados "de aprovechamiento", ya existía en esta población la figura de "La Richera" apodo que se le daba a la hija de uno de los cinco panaderos que existían en el sitio, la cual se dedicaba a vender tanto en la propia panadería como ambulantemente barras de riche (de ahí el nombre) los días previos a la celebración de esta festividad, multiplicaba las ventas de tal manera que podía equipararse a las de todo el resto del año.
En Cogeces del Monte son consumidas durante la celebración del Carnaval.A mediados del siglo pasado, y a pesar de que fué alimento de los llamados "de aprovechamiento", ya existía en esta población la figura de "La Richera" apodo que se le daba a la hija de uno de los cinco panaderos que existían en el sitio, la cual se dedicaba a vender tanto en la propia panadería como ambulantemente barras de riche (de ahí el nombre) los días previos a la celebración de esta festividad, multiplicaba las ventas de tal manera que podía equipararse a las de todo el resto del año.
Nosotros consideramos que ya solo por antiguo
y tradicional esta receta bien merece ser transmitida y compartida para su
disfrute. Aunque con mínimos toques propios, la heredamos de nuestros mayores y
la elaboramos con ingredientes amparados bajo un sello de identidad como es
el de Alimentos de Valladolid A Gusto de Todos, esta marca que la Diputación de
Valladolid puso en marcha hace apenas un par de años, ya cuenta con un amplio
abanico de productos que va creciendo día a día. Por ello quisieron contar con nosotros en su V Congreso Gastronómico Provincial "Metidos en Harina" que se celebró, como no podía ser de otra forma, en el Museo del Pan de Mayorga. Fuimos varios los congresistas convocados: Ángeles Romero de la universidad de Santiago de Compostela arrancó con su ponencia, tras la inauguración del evento por parte de Víctor Alonso Monge, vicepresidente de la Diputación de Valladolid, explicándonos cómo podríamos usar el pan como un producto más de nuestra carta, incluso darle una importancia real en nuestro comedor y diseñar una carta exclusiva de panes como si de una de vinos se tratara.
seguimos Víctor Martín y una servidora con una demostración de cocina mano a mano, con pan, por supuesto
Tras nuestro "show de los Martín" tuvimos una cata de tortas de chicharrón, por cierto espectaculares, de Tahona charo de Villanubla.
El consumo de pan se ha reducido notablemente, pues los falsos mitos, entre otras cosas han hecho que los hábitos hayan cambiado, aún recuerdo las sopas de leche que tomábamos en el desayuno, las sopas de ajo de la cena, o viceversa, que también podía variar el orden, y qué decir de esas meriendas de pan con vino y azúcar, aquellas rebanadas embadurnadas de nata y azúcar... era bestial. Mi madre me cuenta que un señor, aunque ya anciano, aún vive, le decía a su mujer: "Por la mañana, me ensopas, a medio día, me ensopas, y por la noche...¡Me ensopas! detalle de cómo era la dieta habitual antes de este moderno siglo XXI
Asistimos al debate creado por Miguel Ángel Benito, Noemí Martinez y Jose Antonio Cabañas, todos ellos sumilleres junto a Javier Ramos, panadero y Asunción Alonso, experta en análisis sensorial del CETECE en torno al servicio del pan en los restaurantes, al témino del mismo, Asunción nos guió en una cata de panes en la que no podía faltar nuestro pan vallisoletano por excelencia, el lechuguino, con su miga prieta y blanca más chulo que un ocho.¿Sabíais que el Pan de Valladolid fué la primera marca de garantía de calidad en toda Europa? Creo que en alguna otra entrada os lo he comentado, pero no debemos olvidarlo, motiivo para presumir de lo nuestro, digo yo.
Os dejo imágenes guapas del museo, no podéis pasar por alto esa visita pendiente, pues os va a enamorar.
El consumo de pan se ha reducido notablemente, pues los falsos mitos, entre otras cosas han hecho que los hábitos hayan cambiado, aún recuerdo las sopas de leche que tomábamos en el desayuno, las sopas de ajo de la cena, o viceversa, que también podía variar el orden, y qué decir de esas meriendas de pan con vino y azúcar, aquellas rebanadas embadurnadas de nata y azúcar... era bestial. Mi madre me cuenta que un señor, aunque ya anciano, aún vive, le decía a su mujer: "Por la mañana, me ensopas, a medio día, me ensopas, y por la noche...¡Me ensopas! detalle de cómo era la dieta habitual antes de este moderno siglo XXI
Asistimos al debate creado por Miguel Ángel Benito, Noemí Martinez y Jose Antonio Cabañas, todos ellos sumilleres junto a Javier Ramos, panadero y Asunción Alonso, experta en análisis sensorial del CETECE en torno al servicio del pan en los restaurantes, al témino del mismo, Asunción nos guió en una cata de panes en la que no podía faltar nuestro pan vallisoletano por excelencia, el lechuguino, con su miga prieta y blanca más chulo que un ocho.¿Sabíais que el Pan de Valladolid fué la primera marca de garantía de calidad en toda Europa? Creo que en alguna otra entrada os lo he comentado, pero no debemos olvidarlo, motiivo para presumir de lo nuestro, digo yo.
La cita culminó con una degustación de vinos y productos de Alimentos de Valladolid, no puedo pasar por alto el presentador del evento, Miguel Castañeda, simpático comunicador que me dejó perpleja al comprobar como en unos pocos minutos redactó un resumen espectacular de lo que allí se habló y aconteció.
Os dejo imágenes guapas del museo, no podéis pasar por alto esa visita pendiente, pues os va a enamorar. 
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